Su gran relación con la isla
Miguel de Unamuno, el bilbaíno que fue rector de la Universidad de Salamanca y uno de los máximos exponentes de la generación del 98, se vio obligado a residir durante una etapa de su vida en la isla de Fuerteventura. Corría el año 1924 cuando el dictador Primo de Rivera lo destituyó de sus cargos docentes y lo desterró hasta el lugar más alejado e inhóspito, según su propio criterio. De este modo, Unamuno llegó hasta aquí para residir durante casi cinco meses; durante este tiempo, el escritor llegó a enamorarse de la isla, comenzando diferentes obras sobre ella, ya fuera porque la temática versaba sobre Fuerteventura o porque se dedicará a recopilar expresiones, giros del lenguaje y léxico majorero. Actualmente, la casa que ocupó el gran autor aquel año, antiguo Hotel Fuerteventura, mantiene abiertas sus puertas para mostrar la obra y los recuerdos que dejó en tierras canarias.
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